CÍRCULO PROTECTOR

[Emilio Dominguez Cortes]

En la vida, podemos fracasar en el plano sentimental,

cambiar de pareja de forma repetida, pero en buena medida,

será la familia quien estará a nuestro lado salvo excepciones.

Los viejos amigos, son una memoria viva, de nuestras experiencias

y evoluciones en el teatro de la vida.

Ellos, nos han visto crecer, fracasar, aprender, llorar, amar y vencer.

Son una especie de espejo, que nos muestra de donde venimos

y a donde vamos.

Diremos, que no es fácil encontrar amigos capaces de celebrar

éxitos ajenos; abundan más, los dispuestos a escuchar nuestras desgracias.

Para encontrar personas de calidad humana, hay que hacer una buena criba.

Del mismo modo, que no nos echamos en brazos de cualquiera

para formar una pareja, hay que seleccionar bien las amistades.

La calidad de ellos, determina la calidad de nuestra vida.

Hay que distinguir las amistades nutritivas para el alma, de las tóxicas,  

pues estas, nos cargan de negatividad, mermando nuestra energía.

Debemos construir un entorno que nos de protección,

y nos ayude a crecer como ser humano.