Hay que concentrar la energía en un periodo limitado
de tiempo: " Una victoria rápida es el principal objetivo
de la guerra, si tarda en llegar, la moral decae y la fuerza
se desgasta"..
Para evitar este riesgo en los combates de la vida
diaria, debemos saber administrar sabiamente los
momentos de lucha y las pausas, pues el arco que
está en tensión permanente, termina rompiéndose
y deja de ser util.
En la brevedad de los esfuerzos está, en todo caso
la clave del rendimiento. Una hora dedicada a una
lectura atenta, por ejemplo,produce mejores resultados
que tres horas de lectura distraída.
No dilapidar el tiempo y las energías, garantiza que
sabremos estar a la altura en los momentos precisos.
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