Con el paso de nuestro amigo inseparable el tiempo, nos damos
cuenta de que algunos recuerdos han dejado de estar presentes.
Creo que se pierden en la oscuridad de la noche, Nuestra alma
que emitía lamentos, se mostraba saturada de soportar angustia
en base a un vivir sin vivir. Por fin llegó el deseado momento de
encontrar de nuevo, la serenidad y el sosiego tan anhelado.
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