CREPÚSCULO PRIMAVERAL

[Aida Viloria]

CREPÚSCULO PRIMAVERAL...cuento de amor

 

Esta noche fría cargada de ausencias, estoy en la habitación navegando dentro de nubes de ilusión buscando atardeceres llenos de  ti en las esquinas dormidas de la memoria. Camino de un lado a otro en la estancia, me asomo por la ventana de los recuerdos... ¡Qué lejanas parecen las estrellas azuladas, lejana brilla tu figura, lejana escucho tu voz! Mi mente vaga pensativa buscando incesante una formula mágica para amarte a través del tiempo, y hacer eterno nuestro amor.

Desde el cielo azul la luna brilla, parece una flor respirando a través de la noche, sus ojos tranquilos me observan, me vigilan, ella también lleva en su alma el sufrimiento, la tristeza de un amor profundo. Allí en el firmamento escondido en la penumbra, flota en el aire un salón hecho de cristal, es bello, tibio, grande, es el refugio secreto, donde la luna y el sol, se han amado eternamente. Por las noches la luna calza plateadas sandalias, viene a este lugar sagrado a recordar los besos de su amado, a recordar como se conocieron, a suspirar y muchas veces a llorar su pena por lo escasos que son sus encuentros y sus besos.

El corazón de la luna, es un nido colmado de sueños, de amor, de esperanzas, por las noches regala a los enamorados miradas cariñosas, poemas, susurros que llegan con  las manos del aura. Cuando la luna brilla veo entre las nubes escarlatas, las formas de tu cuerpo grabadas como imagen para mis sueños. Tu voz de ángel llega a mis oídos envuelta en la brisa del viento, tus deseos resuenan en mi alma, una extraña y dulce sensación irrumpe todo mi ser.

Cierro los ojos, me lleno de silencio. Mi silencio interior es una luna llena de sentimientos. Siento deseos de dormir. Dormir es mejor que vivir sin tu presencia. Caigo en un sueño tan dulce como la miel de tu saliva. Bajo la luz de la luna realizo un viaje mágico contigo por el mundo de los sueños. Tú y yo caminamos juntos descalzos por un jardín de begonias, tomados de la mano. Ya mi alma no se siente solitaria, porque mi espíritu esta unido al tuyo en celestial alianza de mutuo suspirar y mutuo amor eterno.

Mi espíritu abandona mi cuerpo, donde mi corazón es una flor marchita sembrada en el desierto de mi vida, por la falta de tu amor. Despierto en mi sueño, es un nuevo amanecer. Se enciende la llama de la aurora en mi alma, y me convierto en primavera, siento como brota una flor en el fondo de mi corazón. Mis manos como palomas mensajeras de caricias alzan vuelo por el horizonte de tu piel, para descubrir todas las áreas sagradas y ocultas de tu cuerpo celestial.

En esta aventura mágica, Dejamos de ser seres de carne y huesos; ahora seremos

dos almas que se aman en la eternidad. Tú,eres el fantasma de un caballero de armadura fuerte, viril, que atraviesa un desierto de nubes de arenas, galopando entre las sombras y el viento. En una mano tienes mi corazón, en la otra levantas la espada de la pasión. Yo, soy el espíritu de la primavera, juntos navegamos por el espacio entre el crepúsculo y la mañana, contemplando las estrellas rojas, que resplandecen en el firmamento.

Esta noche maravillosa, las heridas duermen hondamente quietas, parece que yacen muertas de dolor. En mis ojos el crepúsculo se refleja sereno, inmenso, dulce, parece un valle colorido de flores. Tu mirada es una colina llena de musgo verde, por donde corre un lago de ternura, mis labios se acercan beben en ella la calma, la dulzura.

Esta noche mágica de ensoñación las sombras atraviesan los muros grises del viento, llegan, pasan, y se quedan vigilantes; el tiempo se detiene, las horas, minutos, segundos, desaparecen; en el aire se quedan suspendidos los fantasmas del dolor y la soledad. Me acerco lentamente a ti, te abrazo, te beso y es como si tejiera un laberinto de flores en mi corazón. Subo a la montaña más alta y contemplo los ríos dormidos abrazados a las piedras. Veo las flores bebiendo el roció. Escucho a los pájaros vestidos de arco iris, entonando una música, que me invita a seguir soñando, viviendo, amando.

En el valle de la fantasía me despojo lentamente de todos mis pudores, me baño desnuda en mi sueño de amor. Te colmo de diminutos besos lamedores, y avivo todos los sentidos que dormían callados. Las nubes con traje de cristal cuelgan sonrientes, mientras yo, enciendo la vela de la pasión en cada rincón de mi corazón. Recojo begonias, jazmines y orquídeas y adornó nuestro lecho de amor, el cielo sagrado de este sueño se hace testigo de la entrega de dos almas que volaron a través del tiempo para unir sus deseos en la eternidad sublime.

Nuestras almas se abrazan, se dan besos apasionados. Nuestros cuerpos besos, caricias y mordiscos. Tomo tus manos invisibles, las dejó descender como brisa por el valle prohibido de mis senos, por el vientre, las piernas. Las ganas de nuestro espíritu se desatan alzan vuelo como pájaros peregrinos emigrando de la ternura al deseo.

Mi vientre es el templo donde van a morar tus sueños blancos

En el cielo de esta noche intensa, la luna resplandece de alegría, baila, lanza sueños azules sobre el mar. En el cosmos se desata una tormenta pasional las nubes violetas dejan caer una lluvia de éxtasis, la furia de la pasión arrastra las sábanas blancas del viento, nuestros cuerpos, ruedan enredados por las colinas verdes, las bocas embriagados con el roció del amor gimen de placer, las miradas brillan como relámpagos.

Esta noche de plenilunio, entremedio del ritual de amor, el ángel del amor

aparece fugazmente vestido de diferentes formas, llega danzando, con el rostro pintado de ternura, su respiración es débil, apagada, parece el sollozo sosegado de un ave moribunda. El espíritu celestial del amor, se posa en el cuerpo de mi amado como un sueño vestido de blanco, en mi cuerpo aparece como mar desbordado de mieles, luego desaparece entre risas, gritos, suspiros y temblores.

Al llegar el alba, el sol con su traje dorado, entra radiante en la habitación, después de haber viajado por el tiempo en el velero del amor, mi ser con el aliento casi quebrado, flota en el aire. Abro los ojos. Miro el universo busco en una de sus esquinas despiertas, tu rostro de ángel para volver a la vida. Siento el cuerpo coronado con la espuma floreada de los mares de excitación. Como al despertar de un sueño tu alma resucita como semillas en mi piel, mi alma resucita como flor de begonia entre suspiros y miel. Hoy la alegría resplandece de nuevo en mi rostro, en mis labios nace una sonrisa como un madrigal, coloco las manos en mi corazón y sorpresivamente escucho el canto mudo de una flor, un aleteo de mariposas, sube desde mi vientre y se escapa en un suspiro. La estancia se llena de pétalos olorosos, su aroma riega el ambiente de ternura. Me siento un ser renovado, acabado y completo.

Aida Viloria

Maracaibo, 10 de septiembre 2011

[Aida Viloria]

Gracias, que bonito es poder compartir esos relatos que salen del alma

y recibir comentarios tan enriquecedores y alentadores.

Abrazo a todos

Aida

[Emilio Dominguez Cortes]

PERDONARME EL ERROR, AL CAMBIAR EL NOMBRE DE LA AUTORA. AIDA VILORIA. POR EL DE ERIKA.

[Emilio Dominguez Cortes]

Erika, te diré después de haber leído -con el detenimiento que bien merece tu relato- que lo encuentro lleno de pasión, de esperanzas puestas en un pasado que ha decidido regresar para rememorar momentos y equilibrar ausencias para nada deseables. Suspiros, emociones vivas,situaciones halagadoras, resignación condicionada por las actuaciones que la propia vida nos pone en nuestro camino.. De todo ello, se desprende, que a pesar de sentirse feliz con esas personas que están a nuestro lado, no por ello, dejamos de añorar con la intensidad que bien merece, aquellas, que ayer estaban con nosotros, y al día de hoy, están ausentes..

Todas estas actuaciones, las aprendemos con el transcurrir del tiempo, pues no debemos olvidar por un solo instante, que es el, nuestro mejor maestro en ésta tierra!!

El nos enseña y confirma, que no sólo quien es capaz de querernos, con nuestros defectos, sin que exista la mínima pretensión de intentar cambiarnos, es quien puede ofrecernos esa felicidad que tanto anhelamos y deseamos para mantener un perfecto equilibrio emocional.

Te felicito por tan extraordinario escrito!!!

Un abrazo cordial

[Alida I. Gómez]

 Gracias por este interesante asticulo