Ella, al sentirse feliz, decide correr en lugar de andar, reír sin más, cantar, y bailar sola. Ella, actúa como si se hubiera tragado un pedacito del sol del amanecer, abrasándole el pecho, del que emana una fina lluvia de chispas de oro.
¿Acaso no existirá otra forma de mostrar felicidad, sin que a los ojos de los demás, parezca que estamos ebrios, o con algún trastorno de la personalidad?.
Los seres civilizados, a pesar de disponer de inteligencia y raciocinio, creo que en ciertos momentos, se comportan de forma algo estúpida al no admitir esa alegría natural. ¿De que nos sirve poseer un cuerpo, si lo mantenemos encerrado en un embalaje como si de algo inanimado se tratara?.
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