Ella, esperaba olvidar lo ocurrido, con la finalidad exclusiva de iniciar una nueva vida, pero le resultó imposible hacerlo, pues estaba rodeada por un muro tan sólido, que no existe corazón que sea capaz de derrumbarlo.
La vida de cada persona, tan solo le corresponde a ella, resulta una tarea inútil intentar alterarla o cambiarla, en base a ciertos condicionamientos sociales o en su defecto intereses creados.
Si pretendes pararla, tomarla o contenerla, termina muriendo en ti, y con esa muerte se produce con lentitud la tuya.
No solemos dar la importancia que en realidad tiene la luz del día, hasta que llega la noche cerrada, en compañía inseparable de su oscuridad.
¡Tienes que ser miembro de SECRETOS DEL ALMA para agregar comentarios!
Únete a SECRETOS DEL ALMA