En la pareja resulta muy conveniente dejar un espacio entre ambos, con la finalidad de que puedan circular los vientos con entera libertad. Es bueno amarse con la fuerza que nos permita nuestro ser, pero sin convertir el amor en una prisión. Debemos respetar la soledad cuando es deseada. Estar unidos es gratificante. Las columnas tienen la misión de soportar el peso del edificio, pero entre ellas, debe existir una distancia adecuada. Podemos decir, que ni el roble ni el ciprés suelen vivir uno al lado del otro. Hasta las cuerdas de la guitarra están separadas para que puedan ejecutar una magnífica melodía.
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