Tú mujer, has nacido con el oficio aprendido,
es cuestión de pura genética. Tarde o temprano,
cumplirás el maravilloso cometido de traer hijos al mundo.
Ellos, al principio, no sabrán que eres mujer, y que sientes
y padeces, días más tarde, te verán como un ser especial
que cuidas con celo de ellos-labor de madre-.
No desearán saber a cerca de los transtornos propios del embarazo,
ni de los incesantes dolores del alumbramiento,
tampoco, de las molestias ocasionadas
noche tras noche en los primeros meses de vida.
El nuevo ser, no acepta acuerdo alguno..
Ignora que es la conciencia.
En cierto modo, en esa fase inicial, -no necesita amor,
lo deseará pasados unos años- se sentirá muy
complacido, atendido, alimentado y con el contacto y roce carnal.
¡La tarea digna y loable de toda madre, no tiene fin aparente,
pues seguirá persistiendo sin causa remediable,
hasta el fin de los días!!
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