Pocas son las heridas que no sean sanables. Al final de la vida,
uno de cada dos adultos habrá experimentado un traumatismo,
una violencia que lo habrá empujado al borde de la muerte.
Pero aunque haya sido abandonado, martirizado, inválido, el
ser humano, es capaz de tejer, desde los primeros días de
su vida, su resiliencia, que le ayudará a superar los shocks
inhumanos. Esta situación, es el hecho de obtener placer
a pesar de todo, de volverse incluso hermoso.
¡Tienes que ser miembro de SECRETOS DEL ALMA para agregar comentarios!
Únete a SECRETOS DEL ALMA