Como dos orillas, fueron nuestros corazones, pues a pesar de
estar el río en medio, por debajo se unen en secreto...
Canto en ocasiones tu nombre al viento, y el lo repite al pasar,
entonces, sigo recordándote junto a la orilla del mar.
No sabemos si queremos mucho o poco, pero
solemos estar seguros, que ese cariño es verdadero...
Hoy nuestras vidas son como las estrellas, se ven muy
juntas estando muy lejos.
El barco del placer, se detiene en alta mar...¿donde estoy,
¿donde estás, deseo de una vez por todas, abandonar éste
interrogatorio, pues me encuentro hechizado ante las puertas
de la pasión!!.
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