Amado silencio, hoy vengo ante ti para que me indiques un sitio
a tu lado, y poder contarte parte de mis deseos.
Quiero vivir en paz y armonía y saber de tu grandeza y dulzura.
Deseo navegar a bordo de tu barca, y que la marea nos arrastre
miestras el rumor de las olas nos adormezca.
Mientras eso ocurre, contemplaremos el vuelo rasante de esas
gaviotas grises y blancas cruzando nuestro destino.
Al llegar el nuevo día, espero que el astro sol nos ofrezca
su reconfortante calor.
Me gustaría saber mi querido silencio, como se pintan los
colores del arco iris, y los motivos por los que llueve con tanta
intensidad, si no es para nada deseada por los muchos daños
que produce a la gente.
Me alegraría que me hablaras de esas mujeres y hombres
que suelen trabajar de sol a sol, para subsistir con algo de
dignidad, y sin embargo siguen amando su tierra.
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