Viajando inmerso en mis sueños, puedo contemplar un sinfín
de situaciones, procurando no tropezar con las rocas del dolor
y la desventura.Disfruto contemplando la ribera de mi río
preferido, discurriendo por su curso sinuoso pero seguro y
tranquilo.
Embarcado en mi sueño. suelo atravesar el arco iris, y puedo
apaciguar aquella pasión clandestina, que antaño inundaba
mi cuerpo.
La noche me pertenece, te la ofrezco, le pondremos una
música agradable y cabalgaremos a bordo de nuestra
alfombra sarracena del deseo, la que nos conducirá al
lugar donde habitan las hadas...
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