Después de querernos tanto, y regalarnos momentos de cierta pasión. está en mi deseo ser de nuevo brisa que acaricie tu piel. Con frecuencia me despierto y siento tristeza por esa ausencia. Siento frío pues necesito la templanza de momentos pasados. No sabes hasta que punto, anhelo que seas mi luz y mi guia, en cambio yo seguiré siendo el lucero que ilumine tu camino. Eres tú quien puede curar mi herida de lo contrario, me iré debilitando sin recibir terapia alguna que palie mi estado. Por favor, regresa y no dilates más nuestro encuentro, pues el tiempo suele esfumarse igual que lo hace el humo de la paja seca. El corazón es libre, ten el valor y la fuerza necesaria para poderlo escuchar.
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