Pretensión.

[Emilio Dominguez Cortes]

Si ella ha decidido marcharse, te sugiero que no pretendas ofrecerle rosas rojas, es posible que prefiera caminar por la orilla del mar, dejándose acariciar el semblante por la suave brisa, mientras escucha el silbido que produce al pasar entre el ramaje de los pinos cercanos. Debes plantar flores nuevas, quizás sus pétalos puedan sentir algo agradable por tu persona. Una sonrisa amigos míos, es como una luz en la ventana del alma, ella indica con claridad que el corazón está en casa. Se que hay palabras que suelen desvanecerse como los hacen las huellas de las gaviotas en la fina y limpia arena de la playa. Por ese motivo solemos sufrir por aquello que nos falta, gozando muy poco de lo que tenemos. Incluso el corazón tiene razones, que la razón no tiene.