Por favor no me analices ni definas, limítate a darme un efusivo abrazo, luego haré un poema con tu nombre y mi sentir. Es posible que la brisa del atardecer despierte mi ilusión, y te dispense la atención que tanto te mereces. Confieso que por temor, quise apagar mi fuego, y secar el pozo de los deseos para más tarde cubrirlo con una capa de tierra, pero las ascuas del amor, siguieron encendidas. Todo cuanto tiene principio se transforma para terminar desapareciendo. Las personas somos el propio espejo de lo que llevamos dentro. Si nuestro corazón hablara cuantos misterios dejarían de serlo.
¡Tienes que ser miembro de SECRETOS DEL ALMA para agregar comentarios!
Únete a SECRETOS DEL ALMA