Sabemos que la actividad lúdica nos ayuda a esculpir nuestro cerebro. Cuando nos disponemos a jugar podemos probar experiencias nuevas sin poner en riesgo nuestro bienestar físico o emocional. Estamos completamente a salvo por estar jugando. Al jugar imaginamos y experimentamos situaciones totalmente distintas y aprendemos de ellas. Podemos crear posibilidades que antes no existían. Establecemos nuevas conexiones cognitivas en nuestra vida cotidiana, aprendemos valiosas lecciones y habilidades sin poner nuestra vida en peligro. El problema de los que pierden la capacidad de jugar, es que con ella pierden la alegría de vivir estancándose en rutinas y pensamientos negativos.
¡Tienes que ser miembro de SECRETOS DEL ALMA para agregar comentarios!
Únete a SECRETOS DEL ALMA