Te pido por favor. que dejes de emitir esa melodía, y no introduzcas
más incertidumbre en mi persona. Aún me considero joven de
corazón, a pesar de recordar poco mi pasada juventud.
He podido olvidar aquellos tiempos, en los que me embargaba
la tristeza, al recibir algún que otro desplante injustificado o una
mirada inoportuna.
Esclavo de ello me sentía hasta poder recuperar de nuevo el
equilibrio emocional tan necesario. Te solicito que me hables
con sentido común, para recuperar esa ajada juventud que
está casi perdida.
Está en mi deseo recuperar el corazón enmudecido, cual
las ruinas de un templo vacío, abandonado y sin luz alguna.
Mi recuerdo sigue más fuerte que tu olvido, pues tu
nombre flota en el aire que respiro.
¡Tienes que ser miembro de SECRETOS DEL ALMA para agregar comentarios!
Únete a SECRETOS DEL ALMA