Ni una mirada, ni una palabra, ni una sola sonrisa,
en cambio yo te regalé mi flor de luna llena.Te entregué las llaves de mi casa, y mi mirada sincera. Puse en tu mano, mi corazón sin candado, te ofrecí mi jardín plagado de rosas, lirios, petunias y azucenas, en cambio tú me lo negaste todo.
Pero a pesar de ello, te agradezco lo poco o mucho que me
has querido. No te puedo odiar, pues el odio en ocasiones en
la vida es un modo de amar.
Tan sólo deseo, poder recobrar la llave que abra la cárcel en
la que se encuentra cautiva mi alma.
¡Tienes que ser miembro de SECRETOS DEL ALMA para agregar comentarios!
Únete a SECRETOS DEL ALMA