La mayoría de las personas encuentran su propia voz
"extraña" cuando se escucha en una grabación, y muchas
tampoco se gustan en las fotografías por tener una visión
diferente de si mismas. Es perfectamente normal, dado que
nos oímos desde dentro,lo que modifica la percepción del sonido
y la imagen.
Una tarde nos encontramos mi amigo y yo, con un conocido. Se
trataba de una persona locuaz, así que enseguida tomó el protagonismo
y estuvo media hora larga hablando sin cesar. Yo observaba a mi
amigo que parecía enervado con aquella intromisión. Cuando se
despidió exclamó: ¡ Qué tipo tan pesado! es increíble lo que ha llegado
a hablar. Este momento me sorprendió mucho, pues esa era una
queja que muchas personas podían hacer sobre quien la había
pronunciado, lo que me llevó a pensar en en la máxima de Sartre:
"El infierno son los otros". En términos prácticos, el gran descubrimiento
de aquella tarde, se podía resumir así mismo, en una frase: observa
lo que te molesta en los demás, porque probablemente habla de ti.
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