El encierro de los toros, arranca de la necesidad de trasladar las reses adquiridas para las fiestas de esa linda capital navarra Pamplona, desde los corrales de fuera del recinto amurallado, hasta la plaza. En un principio, se conducían en tropel cruzando las calles de la ciudad cosa sucedía a primera hora del alba. Luego se encerraban en los toriles de la plaza a la espera de ser lidiados. Esta operación, en un principio se llamaba entrada y se hacia sin gente corriendo, Fue en el siglo XIX cuando se implantó esa otra costumbre que sigue en vigor hoy día de hacerlo por las calles y en compañía de gente joven que corren delante y detrás de ellos. El encierro actual consta de un recorrido de 800 metros desde los Corrales del Gas, subiendo por la Cuesta de Santo Domingo, pasando por la plaza del Ayuntamiento, calle Mercaderes, y Estafeta; y por último el callejón que conduce a la misma plaza de toros. Está prohibido citar a las reses para evitar daños mayores, pero ante tantísima gente junta resulta muy difícil lograr que se cumpla esa orden consistorial.
Erika, has de saber que peligro no entraña mucho que digamos pues la gente lo único que hace es correr delante y detrás de los toros, pero al ser gente joven y bien preparada físicamente, no hay riesgo, lo malo es cuando lo quiere hacer otro tipo de gente sin estarlo, es cuando se produce algún que otro incidente.
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