Que tristeza siento sabiendo que soy un hombre casado, y sin embargo, te quiero. Entre ambas casas existe una gran distancia, silencio y un muro de hormigón, arena y viento. Sé muy bien que me quieres, ambos lo sabemos, pero la tristeza y la pena es que tengamos que llevarlo en silencio. Cuando llega la noche, y me quedo con tu recuerdo, seguro estoy de que derribaría esa pared que separa nuestro sueño. Sé que nuestro amor es pura agonía, angustia, pena, vida, sol y viento.
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