La semana pasada empezamos a pararnos en algunos puntos que resultaban vitales para combatir la pandemia en la que estamos metidos hasta las trancas. Mencionamos la pobreza, que nunca existe cuando todo va bien pero que en cuanto nos volvemos frágiles por cualquier cosa, por el virus en este caso, los ojos se nos van a las chabolas, que resulta que estaban ahí, que en este momento se llaman temporeros como podrían llamarse refugiados o sencillamente pobres…