Las sombras de la noche cabalgan Caballos de fuego…
Después de la larga jornada del día, me siento sobre una silla desvencijada, con la soledad en mis hombros para contemplar el atardecer. Recuerdos, sueños, espectros y engendros me invaden el alma, se roban mi calma.
Estoy acompañada de algunos amigos fieles, un…
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